Habréis visto en muchas ocasiones unos aplicadores de cosmético facial de color verde. Para las que no lo sepáis, es un producto que se utiliza como corrector de rojeces.
Por qué un corrector de color verde
Una de las leyes del color es que el color verde apaga el rojo. Pore so, necesitamos aplicar producto de este color para disimular todas las marcas rojas que aparecen en el rostro como cicatrices, acné o manchas. Es importante tener en cuenta que se trata únicamente de maquillaje, no es un tratamiento, por lo que no va a conseguir eliminar las rojeces, únicamente las disimula.
La aplicación de este corrector es muy sencilla:
Con la piel bien limpia, aplicamos un poco del corrector en las zonas puntuales donde tenemos las rojeces. No es necesario extenderlo hasta que desaparezca su color.
Después aplicamos la base de maquillaje con una esponja y dando pequeños golpecitos para no arrastrar el corrector verde. Podremos observar que las rojeces son apenas visibles.
Existen varios formatos: en crema, en stick o en lápiz. En ocasiones, este corrector suele formar parte de una paleta de imperfecciones junto con el corrector de ojeras (amarillo) y el corrector de otras imperfecciones (de color beige) como manchas, cicatrices o granitos.
Este corrector es muy básico y lo podemos encontrar de todas las marcas, desde las más top hasta marcas de supermercado como Deliplus.