La mayoría de los champús sugieren en sus instructivos el uso de un acondicionador para mejorar los resultados, sin embardo no todas terminamos el tratamiento de esta forma quizá sea porque hay muchos tabúes o mitos alrededor del uso del acondicionador, por eso en este espacio vamos a desmentir y a indicar el correcto uso de un acondicionador para que puedas así lucir tu cabello al máximo.
En primer lugar, el acondicionador debe ser de uso secundario pero siempre complementario al champú, si los utilizas de la misma marca y línea te será mucho más útil ya que estarás completando el tratamiento con los mismos activos.
La idea de que el acondicionador deja pesado el cabello es errónea, esto dependerá mucho de la forma en cómo lo apliques y el estado de tu cabello.
Es decir, aplica únicamente el acondicionador sobre el cuerpo del cabello y con una cantidad moderada, para que con esto permitas que actúe pero sin dejar muy pesado tu cabello.
Por otro lado se dice que el acondicionador no debe usarse en cabellos grasos, bueno este mito viene a base de que el acondicionador es un tipo de hidratante por lo tanto si se mezcla con la grasa de la cabeza el problema se incrementará, así que sufras de este problema o no, es recomendado aplicar el acondicionador sólo de la mitad del cabello hacia las puntas.
Como esta hay otras creencias o miedos, como el que maltrata el cabello, quita brillo o lo hace más delgado, olvídate de todo esto, pero como cualquier producto, es necesario que sepas cómo aplicarlo y seguramente necesitarás acudir a varias marcas para encontrar el acondicionador que más te convenga.
Recuerda aplicar después del champú, con el cabello húmedo, utilizando una cantidad moderada que va sería de unos 2 a 3 centímetros de diámetro en la palma de tu mano, unta con delicadeza de la mitad hacia las puntas y deja actuar por un mínimo de 10 minutos.