Las costumbres cotidianas pueden causar problemas en las uñas de las manos. Para resolverlos basta con un poco de atención y cuidado.
La paroniquia crónica y los padrastros afectan especialmente a las amas de casa, camareros, lava copas y todos los que trabajan con las manos en contacto permanente con el agua. También puede ser resultado de un mal uso de las tijeras y las limas de uñas, o también, de chuparse el dedo. La paroniquia también produce uñas que se doblan con facilidad, así como inflamación, dolor y enrojecimiento en la zona donde estas se unen con la piel.
Los padrastros son crecimientos de la piel a los lados de las uñas. Recomendamos cortar éstos sin arrancar, con una tijera de uñas bien afilada.
En ambos casos, sugerimos mantener las manos lo más secas posible, utilizar siempre guantes de goma forrados por dentro y tener especial cuidado al arreglarse las manos.
Los problemas de las uñas también pueden ser síntomas de anemia por falta de hierro o secuelas de enfermedades físicas, o de un simple golpe.