Hacerse una cirugía hoy en día es muy tentador ya que han dejado de ser tema tabú, los precios son mucho más accesibles y los estándares de belleza se han expandido cada vez a mayor número de población sin importar estatus social o económico.
Desafortunadamente esto también da pauta a charlatanes y centros estéticos sin licencias ya que las cirugías y procedimientos estéticos se han vuelto una fuente de negocios donde aquellos que sueñan con una intervención para mejorar su físico, salud o autoestima terminan sufriendo consecuencias de la falta de profesionalismo.
Por ello es importante que al decidir hacerte una cirugía o intervención estética consideres que se trata de un procedimiento igual de importante y delicado como lo es cualquier otro procedimiento médico donde se requiere del personal autorizado, el lugar adecuado, el material correcto y el proceso adecuado.
Si estás por someterte a una cirugía entonces contempla lo siguiente:
Cuando ya has hecho el ejercicio personal sobre si es necesario o quieres hacerte una cirugía entonces lo siguiente es buscar acerca del mejor lugar y equipo para llevarla a cabo.
Médico: El médico debe ser un cirujano certificado y con amplia experiencia en su ramo, no temas en pedir su historial laboral y de estudios, además un buen cirujano debe valorarte previamente en una entrevista donde además de hablar sobre el procedimiento de manera general debe enfocarlos a tu caso en específico.
El lugar: Además del médico necesitas sentirte cómoda con el personal del hospital y las instalaciones de éste donde puedas ser atendida en caso de alguna complicación y durante tu recuperación.
Los costos: Por lo regular las operaciones estéticas son costosas por lo que también debes considerar esta parte y además considerar las consultas, los análisis previos y el seguimiento. Platica con tu médico sobre la posibilidad de realizarte (en caso requerido) más de un procedimiento aprovechando así la anestesia y el quirófano.
Tu estado de salud: Como ante cualquier procedimiento médico es necesario valores tu estado de salud en general, si estás en condiciones de ser sedada, si la anestesia será local o general, cuáles pueden ser las complicaciones y si necesitas o tomas algún medicamento.
Una vez que hayas valorado estas y cualquier otra duda que te surja entonces puedes tomar mejor la decisión sobre tu procedimiento.