4 mascarillas caseras similares pero con efectos diferentes

Con lo que tenemos en casa podemos hacer maravillas ¿lo sabías? No es necesario invertir cantidades colosales en productos o servicios que nos ayuden a mantener la belleza y salud de nuestra persona e incluso contrario a lo que usualmente se cree o la mercadotecnia nos hace creer; es mejor usar productos naturales o cuyo proceso estamos seguras antes que usar la mejor marca sin conocer realmente su procedencia o método de elaboración.

Ahora, una mascarilla tampoco tiene que ser forzosamente como las pintan en la tele o parecer salidas de un spa, la palabra mascarilla viene de su relación con «máscara» ya que ésta se coloca sobre la cara (aunque también hay mascarillas para el cabello por ejemplo).

En fin, toma nota de las siguientes 4 mascarillas y sus funciones, son tan prácticas que literalmente y sin planearlo es casi seguro tengas lo necesario en tu cocina, así que no debe tomarnos más de un par de minutos prepararlas y aplicarlas ganando unos resultados visibles.

mascarilla para el rostro

Para blanquear

En un bowl añade 2 cucharaditas de bicarbonato y el jugo de un limón, mezcla perfectamente hasta formar una pasta, a continuación aplica sobre tu rostro con la yema de los dedos mientras das un suave masaje y deja actuar por algunos minutos, enjuaga con agua fría y listo.

Esta mascarilla debe ser usada de vez en cuando y bajo techo o de noche para evitar exponernos a los rayos del sol.

Para nutrir

En un bowl añade la clara de 1 huevo y algún aceite de tu elección, puede ser aceite de almendras de argán o de coco, mezcla bien y aplica sobre el rostro con una brocha, deja actuar por unos minutos y retira con un paño húmedo.

Para hidratar

En un bowl añade aceite de tu elección (almendras, argán, coco) y el contenido de 3 capsulas de vitamina E, mezcla bien y aplica con una brocha sobre tu rostro previamente limpio. Si notas que es mucho producto puedes embotellarlo y guardarlo en un lugar fresco.

Para exfoliar

En un bowl coloca tu crema de rostro y añade algún grano como azúcar, bicarbonato o sal, aplica sobre tu rostro con la yema de tus dedos dando un ligero masaje sin presionar mucho para no irritarte de más, enjuaga con abundante agua y listo.

Sigue leyendo; Consejos para cuidar nuestra cara

 

4.4

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