Por lo regular cuando escuchamos la palabras «exfoliación» lo asociamos con azúcar, miel o yogur. Pero en esta ocasión hablaremos de la exfoliación con aceite. ¿Te da miedo aplicar aceite en tu piel grasa? No es tan malo como se escucha y te diré porqué.
Las mujeres intentamos de todo para quitarnos los aceites que nuestra cara produce, queremos una cara mate y sin imperfecciones por lo tanto usamos muchos productos que están destinados a resecar la piel.
Pero ¿no estamos haciendo todo lo contrario? Cuando nosotros quitamos los aceites naturales de nuestra cara lo único que estamos haciendo es provocar que el cuerpo produzca en mayor cantidad los aceites que acabamos de quitar.
¿Alguna vez escuchaste el método de los aceites? Al parecer es más común de lo que creemos y mucha gente ha declarado que efectivamente, al momento de llevar a cabo este tratamiento sienten como pequeños granitos van saliendo de sus poros.
¿En que consiste? Básicamente necesitas aceite de castor, aceite de oliva o de girasol, una toalla y agua caliente; vas a combinar una parte de aceite de castor por tres de aceite de oliva (o de girasol) y vas a dar un pequeño masaje en circulos sobre tu rostro. Mientras tanto vas a sumergir la toalla en el agua caliente y al termino del masaje vas a ponerla sobre tu rostro; tienes que cuidar que no esté demasiado caliente.
Lo que hará la toalla caliente es abrir tus poros y dejar que el aceite penetre en lo más profundo. El aceite de castor actúa como un potente limpiar que ayudará a sacar toda la suciedad que tengas en tu cara mientras que el aceite de oliva a hidratar.
No importa si tienes piel grasa, te ayudará a balancear tu piel. Te recomiendo que hagas esta mascarilla una vez a la semana para obtener mejores resultados.