Ejercita tus neuronas

¿Sientes que ya no rindes lo mismo? ¿Se te olvidan las cosas? ¿Tus movimientos llegan a ser torpes? Esto puede estar pasándote al igual que miles de gentes que vivimos en la era moderna donde el estrés, la mala alimentación y el olvidarnos de nosotros mismo puede estar afectando la capacidad de tu cerebro y por ello los síntomas mencionados.

Si te encuentras tan inmersa en la rutina que has olvidado prestar atención a tus movimientos o darle su lugar a cada parte del cuerpo, te recomiendo realizar una serie de ejercicios que no sólo sirven para salir de la rutina sino además te ayudarán a la concentración, la agilidad y la memoria, poniendo en marcha a las neuronas y creando nuevas conexiones entre ellas.

No es necesario que tomes mucho tiempo para estas actividades por si esa es la preocupación, puedes integrarlas a cada rutina diaria, mientras te duchas, te preparas para dormir, comes o tomas el transporte, en una llamada telefónica, etc. Así que toma lápiz y papel ya que hay modas que no nos favorecen y el perder destreza es una de ellas.

El secreto está en ponerle retos a nuestro mecanismo, es decir cambia de mano, toma un nuevo atajo, lee las letras pequeñas, todo aquello que nos lleve un esfuerzo extra más allá de funcionar como robots todo el día.

Al igual que el ejercicio físico fortalece nuestros músculos, la idea es la misma con las neuronas, si no las usas se atrofian así que ponlas a pensar, dales nuevos retos y desafíos y disfruta de los resultados.

Por ejemplo:

Si eres diestro, por lo regular usamos la mano izquierda sólo de apoyo, determinando una función para cada una, cambia esto realizando ciertas actividades con la izquierda, y viceversa para los zurdos.

Intenta ducharte con los ojos cerrados, lleva cada acción con el simple tacto, memoriza dónde colocas el jabón, cuánta cantidad de shampoo usas, etc., crea una imagen en tu cabeza de cada paso pero cuidado de no caerte.

Intenta vestirte con la luz apagada, amarra tus zapatos sin mirar, escribe tu nombre u otras frases en un cuaderno mientras miras a otro lado, todo esto fortalece y aumenta tu capacidad.

Cambia la ruta de tu trayecto, así sea para ir a la tienda, ve por la calle de enfrente, baja las escaleras del lado contrario a como siempre lo haces o súbelas de espaldas, cambia las cosas de lugar, te sorprenderá notar cómo nuestras acciones tienen una rutina sin haberla planteado, la idea es deshacernos de ella.

Escucha música clásica e intenta reconocer cada instrumento, tápate un ojo mientras dibujas o armas un rompecabezas, aprende una nueva disciplina, lee en voz alta.

Todas estas pequeñas acciones tendrán mucha influencia en tu día a día, si las llevas a cabo, notarás cómo tus horizontes se expanden y tu rendimiento crece.

 

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