Dicen que hay que tener cuidado con lo que se desea porque se puede hacer realidad… Mmmh eso mismo debimos haber considerado antes de exigirle a los hombres prestar más atención con su arreglo personal, y es que al parecer estas palabras hicieron tal eco en la cabeza de mucho de ellos que llegaron a convertir dichos cuidados en una adicción e incluso todo un movimiento.
Peinados perfectos, ropa de diseñador, zapatos impecablemente lustrados y todo un ritual de cuidados faciales dieron paso a los denominados «metrosexuales«.
Seguro chicos, valoramos su esfuerzo, pero como mujeres acostumbramos llevar la vanidad de la mano y ver el tocador con más cremas antiarrugas de su lado que del nuestro puede ser un tanto desconcertante.
¿Qué queremos entonces?
Para nosotras un hombre debe tener ese lado fuerte, rudo, protector, lleno de testosterona pero siempre con un olor hipnotizante y una delicadeza enigmática, algo así como un macho alfa vanidoso.
Afortunadamente para todo el mundo y para el equilibrio universal, ellos lo entendieron, dando paso así al nuevo adjetivo para aquellos hombres que siguen cuidando de su persona sin los extremos de la metrosexualidad:
¡bienvenidos sean spronosexuales!
A diferencia del metrosexual que procura tener un cutis delicado o enfocarse más hacia la ropa y accesorios que lo visten cuyo comportamiento está más bien ligado al género femenino, el sponosexual enfoca su atractivo en su físico, conservando y sacando el mejor provecho de sus atributos masculinos (vello facial, cabello desalineado, músculos bien tonificados) añadiendo piercings y tatuajes como adorno extra a su estilo varonil y atlético.
Entre los chicos malos del cine que portan muy bien este estilo destacamos a Chris Hemsworth, Chris Evans, Chris Pratt, Ryan Reynolds, Tom Hardy, Jason Momoa, Hugh Jackman, entre otros.
Y a ti ¿qué estilo te gusta en los hombres?
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