La ciudad de Lisboa, es la capital de Portugal, país que está ubicado más al oeste de la Península Ibérica. Lisboa se despliega en la costa, a orillas del mar, como una un destino turístico que lo tiene todo: un clima agradable durante todo el año, historia, playas cercanas, grandes centros comerciales, vida nocturna y sobre todo, mucho por descubrir en cada calle, en cada rincón.
Merece la pena llegar por aire pues hay vuelos económicos que nos llevan fácil y rápidamente hacia una estancia original y divertida. El hospedaje tampoco debe suponer un gran gasto pues existen alternativas de calidad y accesibles como el Hostal Lisboa hasta hoteles de lujo con muchas estrellas.
En la ciudad podemos disfrutar de una Lisboa más antigua, en su centro histórico, y de otra más moderna y vibrante.
Es casi obligado empezar el recorrido por La Baixa la zona turística por excelencia, la más visitada que alberga el Castillo y el Barrio Alto. Se despliega entre la Plaza del Rossio hasta el Rio Tajo.
Su calle principal es la Rua Augusta que no podemos dejar de conocer al igual que la Calle Portas De Santo Antao donde se asientan muchos restaurantes y terrazas para degustar de la gastronomía portuguesa.
Un imponente arco de piedras abre la entrada a la amplia Plaza del Comercio abierta hacia el Rio Tajo donde se aprecian excelentes vistas al río especialmente los días muy luminosos. Desde la Plaza se pueden ver las colinas donde están Chiado y Barrio Alto, y otra donde está ubicada la Catedral.
Por el pintoresco tranvía podemos acceder a la Alfama que alberga la Catedral románica y el Castillo de San Jorge desde donde se tienen excelentes vistas panorámicas de la ciudad. Es aquí donde se celebra el Festival de la Cerveza durante el mes de julio. Cerca del Castillo se encuentra el Barrio Alfama, un lugar típico lleno de callejuelas estrechas.
Chiado es la parte típicamente tradicional y elegante que todas las ciudades tienen, aunque no la única. Merece la pena visitar el Café A Brasileira uno de los sitios con más solera de la zona. Allí mismo se suele conocer también las ruinas del Convento do Carmo convertido actualmente en un Museo Arqueológico.
Barrio Alto está repleto de calles pequeñas y estrechas donde diversos restaurantes y bares animan la vida nocturna de la ciudad. La costumbre es comprar los tragos en los establecimientos y tomarlos de tertulia con los amigos, todos animados en plena calle.
Más alejadas del centro de la ciudad hay otras zonas de visita obligada como son Belém y el Parque Naciones Unidas, entre otras.
