Eres amante del flequillo, seguramente a estas alturas ya sabes que como todo en esta vida, el flequillo 100% en su esplendor tiene un tiempo de vida corto, en cuanto comienza a crecer se aleja mucho del estilo que inicialmente podíamos disfrutar por lo que hay que volver a cortarlo y cortarlo si es que queremos lucir siempre impecables, pero… cuando solo usamos flequillo como un cambio de look o una alternativa temporal debemos pasar por algunas etapas no del todo agradables en lo que éste crece y quién sabe, quizá tengamos la paciencia o no o simplemente después de pasar por este proceso simplemente deseemos volver a probar con el flequillo. ¿Te suena familiar?
1.- Te toma tiempo decidir; si es la primera vez que optas por este look seguramente te tomará algunos días asentar bien la idea, lo más probable es que tratas de convencerte mirando imágenes de modelos y artistas con flequillo para justificar tu deseo.
2.- Temes cortarlo de más y si esto pasa desearías no haber sucumbido a esta idea tan loca, !por qué lo hiciste! No es nada como lo habías imaginado…
3.- No te queda de otra más que llenarte de pasadores para disimular la atrocidad que le has hecho a tu cabello, cada que te miras al espejo es un martirio y peinarte aún peor.
4.- Pasan un par de semanas y te das cuenta que tu cabello ha crecido lo suficiente para lucir exactamente como lo habías soñado, incluso dura así por otras 2 o 3 semanas y esos pelines que se asoman sobre tus ojos te dan un look tierno y femenino, !wow! Estás feliz por haber tomado este riesgo pues luces divina.
5.- Los mechones comienzan a meterse en tus ojos, es hora de decidir rebajarlo un poco para mantener el estilo o dejarlo que siga su camino y cambiar de corte.
6.- Decides dejarlo crecer; al ritmo que va seguro que en unos cuantos días quedará en el pasado.
7.- Sientes como si el tiempo se hubiera detenido y tu fleco se ha quedado a medio camino, ahora no puedes peinarlo como antes pues te cubre los ojos totalmente, pero no es lo suficiente largo para echarlo detrás de la oreja. !bah!
8.- Recurres nuevamente a los pasadores, muchos pasadores.
9.- Por fin tu flequillo tiene el largo suficiente para poder peinarlo y solo queda el recuerdo del lío te hizo pasar.
10.- Te miras al espejo… y te preguntas si deberías cortarlo otra vez.
Sigue leyendo; tips para decidir un cambio de estilo en el cabello