Caspa, controlarla sí es posible

El 20% de la población sufre este antiestético problema. El invierno es la peor época para este trastorno, pero con unos consejos, la tendrás bajo control.
La caspa no es otra cosa que una descamación blanca y seca, a veces con picor.
La caspa puede ser seca, en cabello con sequedad, que es la más frecuente y la caspa grasa en cabello aceitoso y en el que tiene un aspecto sucio y no tiene por qué ser así.
Los factores que desencadenan este trastorno capilar, pueden ser diversos como el clima, en los cambios de estación, en otoño o primavera. Como consecuencia de alguna enfermedad o incluso factores psicológicos, como el estrés. Las situaciones de estrés desencadenan desde caspa, psoriasis, eczemas…
Se puede controlar mediante tratamientos adecuados, puedes adquirir diferentes champús, ampollas y lociones anticaspa que contengan piroctonama olamina, sulfuro de selenio, capuchina o piritionato de zinc (lo que le da un color azulado) siguiendo las instrucciones pertinentes, como masajear el champú por todo el cabello suavemente y cuando y cuantas veces aplicar las lociones. Déjate aconsejar por el peluquero o farmacéutico.
Si eres propenso a tener caspa debes tener cuidado con alimentos excitantes como es café, los refrescos de cola o el chocolate, que pueden agravar o incluso causar el problema.
La caspa afecta tanto a los hombres, como a las mujeres. Suele presentarse en la pubertad, ya que es una época en la que se alteran las hormonas y altera la piel. El punto álgido de esta enfermedad está entre los 30 y los 40 años de edad.
Consulta con un dermatólogo, ya que su sintomatología puede confundirse con la psoriasis, el eczema o la dermatitis seborreica.
Habitualmente no se contagia, lo que sí se contagian son los hongos que la provocan, así que cada semana limpia tus cepillos y peines con amoniaco y agua caliente con un poco de jabón, y no los compartas

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