Tanto en la piel seca como en la deshidratada, la epidermis luce tirante, áspera, opaca, descamada y en casos extremos se suele sentir picazón. Ambos tipos de pieles tienen naturaleza diferente, que es necesario saber reconocer para realizar un buen tratamiento de hidratación.
La sequedad es una característica de la piel relacionada con la deficiencia de las secreciones sebáceas y sudoríparas. Por lo tanto, muchas mujeres nacen con este problema, y otras lo adquieren como consecuencia de algunos trastornos de tipo hormonal, como por ejemplo, el hipotiroidismo.
Por su parte, la piel deshidratada es una condición que puede adquirir cualquier tipo de piel (seca, mixta o grasa). Hay 2 factores que tienden a deshidratar la piel: los internos y externos. En cuanto a los internos, una de las causas consiste en beber muy poco líquido. En lo referido a los externos se destacan el uso de cosméticos inadecuados, los cambios constantes de temperatura y la acción del sol y el viento.
Tanto en las pieles secas como deshidratadas es importante tener un buen tratamiento con los productos adecuados para que pueda lograrse el equilibrio de agua en la piel y recuperar su tersura normal. Por tal motivo, recomendamos no solo beber líquidos como el agua, sino jugo de frutas, infusiones, el consumo de verduras, y una buena hidratación de la piel con cremas hidratantes.
bueno io tengo la cara negra y el brazo negro. y todo mi cuerpo es blanca….!!!
y kiero saber como puedo recuperar mi tono de piel para ser toda blanca