Los típicos zapatos blancos de salón han pasado casi a la historia.
Desde hace un tiempo se ha instaurado una nueva moda de zapatos de novia.
Podemos encontrar un amplio abanico de posibilidades, desde preciosas sandalias para una boda estival hasta unos botines para una novia más atrevida, pasando por zapatos de colores menos convencionales.
Que la combinación con el vestido sea perfecta es importante, por eso las novias más arriesgadas complementan los zapatos de colores llamativos con algún detalle en su vestido, como un cinturón del mismo tono o la falda del mismo color e incluso el ramo de la novia.
Altos, bajos, con más o menos tacón, con plataforma, con encaje, con cristales de Swarosky, con brillantitos, con tachuelas, de piel, con color, con lazos… hay una gama muy amplia.
Pero hay que tener presente que son un complemento muy importante para ese día, pero aparte de estéticamente bonitos tendrían que ser cómodos, muy cómodos, ya que la novia pasará muchas horas junto a ellos.