Hidroterapia: una fuente de salud

Un elemento tan natural como el agua puede ser el remedio para aliviar dolores y tensiones. La técnica más común de la hidroterapia son los baños, ya sean de inmersión o con duchas.

Luego de un día agotador no hay nada más reconfortante como un buen baño de inmersión. Esto se debe a que el agua carga al cuerpo de energía, relaja los músculos doloridos, descongestiona, nutre, desintoxica y mantiene la temperatura adecuada del cuerpo.

Además la utilización de compresas en lugares específicos o un baño de pies también ayudan a reconfortarse.

Uno de los objetivos de la hidroterapia es lograr una agradable sensación de confort. Es necesario probar distintas temperaturas, técnicas y tiempos de baño.

El agua actúa de distintas formas en el organismo de acuerdo a su temperatura. El agua fría es ideal para cargar al cuerpo de energía, calmar la fiebre, atenuar dolores y combatir el estreñimiento. El agua helada alivia el dolor de las quemaduras, reduce hinchazones provocadas por los golpes y controla las hemorragias. El agua caliente se utiliza como un excelente método de relajación, además produce transpiración, que es una buena forma de eliminar toxinas. El vapor abre los poros, mejora la respiración y alivia las congestiones de pecho.

Sugerimos algunas indicaciones para aliviar dolores y molestias:

  • Para aliviar calambres y espasmos: aplicar compresas de agua caliente sobre el abdomen y beber té de hierbas.
  • Como diurético: tomar agua o té de hierbas y colocar una compresa caliente en la parte baja de la espalda para estimular el funcionamiento de los riñones.
  • Para eliminar toxinas: realizar un baño de sauna o de inmersión bien caliente.

4.5

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