El pescado es, sin duda, un producto que aporta muchas sustancias nutritivas para la dieta y para la salud humana. Estas son: de un 70 a un 80 por 100 de agua, de un 1 a un 25 por 100 de grasa, de un 15 a un 22 por 100 de proteínas, de un 0,1 a un 1 por 100 de sales minerales (sodio, yodo, fósforo y calcio). También contienen vitaminas A, B y D.
Como ya sabemos, los pescados pueden ser clasificados según su porcentaje de grasa. Los más grasos son los azules y los menos grasos los blancos. Ambos son recomendables por los nutricionistas, pues los blancos con bajo contenido en grasa son fácilmente incluidos en diversas dietas y los azules ayudan a reducir el colesterol.
Un pescado cocido en agua debería ir acompañado por algunas verduras frescas, ya que al perder en la cocción hasta un 15 por 100 de grasa deberíamos contrarrestarle esta pérdida de vitaminas y proteínas. Si fuese un pescado asado en horno, plancha o parrilla, el pescado perderá agua, pero conservará sus vitaminas y proteínas. En cuando al pescado frito y rebozado, la grasa aumentará entre un 15 y un 20 por 100 debido al aceite. En las salsas todo dependerá del tipo de salsa que se elabore.