Los pescados pueden ser cocinados de cientos de formas dependiendo de su variedad, condición de frescura, congelación o tamaño. En la preparación del pescado se ha de tener en que éste llegue a su punto, sin que nos pasemos en una cocción prolongada o en un hervor fuerte. Las técnicas culinarias más comunes de preparar un pescado son las siguientes:
Cocido. Existen diferentes técnicas de cocción: en caldo corto (introducir el pescado en un sabroso caldo preparado con antelación y provisto de agua, verduras, hierbas, vino blanco y alguna especia, durante 20 minutos a fuego lento), escalfado (cocción en un líquido compuesto de agua y aromas), al vapor (la técnica más común consistente en la cocción del pescado en base al calor) o al azul (cocción del pescado en su caldo con limón o vinagre).
Frito. Enharinado (pescado sazonado con sal y enharinado fritas en abundante aceite caliente), empanado filetes de pescado sazonados, pasados por harina, huevo batido y pan rallada, fritos en un sartén a fuego medio con un dedo de aceite), rebozado (pescados con sal gruesa, harina y huevo batido, fritas en sólo un dedo de aceita), a la molinera (preparados con filetes o piezas medianas surgiendo el pescado en leche, para después sazonarlo, enharinarlo y freírlo añadiéndole zumo de limón y perejil picado) y en orly (piezas fritas en abundante aceite caliente habiéndolos pasado por la masa orly hecha a base de harina, bebidas carbónicas, levadura, sal y agua).
En salsa. Para esta se utilizan los pescados de carnes duras como el bacalao, el rape, la lubina, la merluza o el rodaballo. Las salsas más comunes son la salsa de tomate, la salsa de algún vino, la salsa americana con mariscos y la salsa de calamares.
Asado. Pescado cocido a la parrilla (piezas pequeñas o medianas), a la plancha (trozos o pescados pequeños) o al horno (medianos y grandes).