Los vinos más utilizados en la cocina son los blancos, ácidos y secos, los tintos de crianza, los tintos jóvenes, el cava o el champaña, y es casi una norma acompañar un plato con el mismo tipo de vino con el que se ha elaborado. Las grandes zonas vitivinícolas tienen a crear sus platos al vino, por ejemplo, la popular salsa francesa bordelesa, elaborada con vinos de la zona de Burdeos, o el estofado de carne borgoñés, con vinos de Borgoña. Los portugueses elaboran sus platos de carne con vino de Madeira y en España, por ejemplo al norte, en La Rioja, se cuenta con platos como las peras al vino tinto o las patatas a la riojana, y en el sur, el Jerez presenta su consomé al Jerez. Otros platos conocidos son el estofado de buey al vino tinto o el lenguado al cava. Por otro lado, no podemos olvidar la presencia de vinos tintos, vinos blancos y vinagres en la elaboración de platos de caza, como el jabalí, liebre, ciervo, paloma, perdiz, faisán, etc. El cava y el champaña se utilizan en la elaboración de platos de pescado como el lenguado, el salmón o el rodaballo.
