Te proponemos ahora una lista con las distintas preparaciones del huevo:
Cocidos. Conocidos también como duros. Consiste en sumergir los huevos en agua con sal de 10 a 11 min. Después se refrescan, se pelan y se sirven fríos o calientes como guarnición, tapa, rellenos, etc.
Pasados por agua. Consiste en sumergir los huevos en agua hirviendo de 2 a 3 min. Se sirven en un pequeño recipiente (huevera) con cáscara, enteros y sin guarnición. Muy apreciados en regímenes y dietas.
Al plato. Elaborados en un pequeño plato refractario. En este recipiente, y con calor suave (sobre una plancha), se derrite mantequilla y se añaden los huevos. Se espera que yema y clara cuajen, acostumbrándose a servir a pares en el mismo plato.
Mollets. Sumergir los huevos de 5 a 6 min. en agua hirviendo con sal y refrescarlos. Se presentan pelados de manera delicada, sirviéndose fríos o calientes, acompañados de alguna salsa. No se les debe de gratinar.
Escalfados. Se cascan en agua caliente (aprox. a 90º) con un chorrito de vinagre. Con una espumadera se los saca del agua a los 3 min. Hay que refrescarlos en un recipiente con agua fría y servirlos fríos.
Fritos. Se elaboran en una sartén con un chorrito de aceite bien caliente. Al verter los huevos, y con una espumadera, iremos cubriéndolos con el aceite. Se sirven de inmediato.
En tortillas. Batir bien los huevos añadiéndoles sal. En una sartén con aceite se preparan al gusto de cada uno, siempre teniendo en cuenta los ingredientes que entran en juego en la tortilla: patatas, jamón, pimientos, etc.
A la sartén. Consiste en freír los huevos en una sartén antiadherente con un poco de mantequilla a fuego lento. Se sirven rápidamente y como complemento en desayunos.
En revueltos. Se baten ligeramente los huevos y se les añade sal y los ingredientes deseados. Se revuelve todo bien sin dejar que los huevos cuajen totalmente.
Inquieto y devorador de temáticas web y posicionamiento.
Fundador de iOrigen y otros proyectos personales.