Combatir el miedo

Combatir el miedo, o los miedos, no es cosa sencilla; sobretodo en los niños. Se necesita por sobretodo, paciencia, constancia y valentía.

M. C. Jones llevó a cabo un estudio experimental con la finalidad de detectar la o las técnicas más viables para la “cura” de los miedos. En sus estudios probó la eficacia de varias de ellas:

• El método de eliminación mediante el desuso. Esta técnica consiste en protegerse, o en el caso de los niños protegerlos, de aquello que produce temor; con la intención de que desaparezcan gradualmente. La técnica, aunque medianamente positiva, mostró algunas contrariedades; por un lado, el hecho de tener que sostener la protección a lo largo del tiempo; y por el otro, la imposibilidad de protección ante algunos miedos.
• El método de hablar del miedo. Si bien el hablar del miedo aminora las aprensiones, cuando se presentan situaciones de gran temor la acción de huida es más fuerte.
• El método de la adaptación negativa a la tolerancia. Este método consiste en acercar a la persona, cada vez más, a lo que teme. Resulta efectivo cuando se lo usa con cuidado, sin estimulaciones muy frecuentes ni fuertes.
• El método del condicionamiento positivo. Consiste en asociar lo temido con otro estímulo positivo. Esta práctica es muy positiva cuando se la utiliza junto a otra.
• El método de estimulación social. Cuando las personas pueden observar que los demás no temer por lo que ésta sí, gradualmente el temor se aminora.

Todos los métodos para combatir el miedo son positivos; la eficacia es mayor cuantos más métodos se utilicen en conjunto.