Este método es ideal tanto para especies de flores pequeñas como grandes, plantas de tallos delicados y para secar pétalos, el procedimiento de la técnica es práctico y sencillo.
Con papel de periódico, sobre una superficie plana, como una cesta, una bandeja o una madera, se extiende papel de periódico o absorbente hasta cubrirla y encima se ponen las flores, pétalos o corolas, las flores para estos propósitos más adecuadas pueden ser los claveles, las rosas e incluso la zinnia.
Aún así, en todos los casos, no conviene que las flores se amontonen unas sobre otras.
En una corriente de aire se colocan esparcidos los vegetales sobre una superficie lisa y se dejan en un lugar oscuro donde circule aire seco. Conviene darles la vuelta con cuidado y uno a uno cada día. Dependiendo del tipo de flor, el proceso final de secado puede variar de unos cuantos días a una semana. Cuando la flor tiene un tacto quebradizo, se ha secado completamente.