Algo más sobre los abonos. Plantas de interior

Es siempre preferible abonar en defecto que en exceso. Si hemos abonado en exceso, veremos manchas marrones en las hojas o quemaduras en los bordes. Un exceso de fertilizante nitrogenado genera un sobre desarrollo de la planta, pero esta es débil y endeble. Se puede ver atacada por hongos y parásitos. Veremos hojas amarillentas permaneciendo los nervios de las hojas verdes, sobre todo en las hojas más jóvenes

Para quitar el exceso de abono de las macetas hay que echar agua durante un rato sobre la maceta, sin el plato inferior, para “lavar” así la tierra.

Cuando a la planta le falta abono se nota que las hojas tornan a un color verde amarillento que, en algunos casos, puede llegar a secar a la planta. Para recuperarla se puede agregar un abono completo de acción rápida sobre las hojas (abono foliar) o en el sustrato diluido en el agua de riego (abono líquido).

Cabe destacar la clorosis, cuyo síntoma es el amarilleo de las hojas. Se deben a varios factores como por ejemplo el hierro (Fe).

Si queremos aprovechar las posibilidades de abono que hay diariamente en nuestras casas hay que recordar que el agua en la que hervimos las verduras se puede aprovechar, fría evidentemente, que el agua de la pecera es un abono perfecto. E incluso el té.

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