El Ageratum es conocido también bajo en nombre de ‘damasquino’. Si bien se la puede encontrar en los jardines de casi todo el mundo, sus orígenes vienen de las zonas de México o Perú.
Se trata de una planta exterior que se adapta a casi todos los climas, desde los más fríos hasta los cálidos. En algunos casos se la puede colocar en macetas, en el interior de los hogares. Su altura ronda los 30 centímetros. Al verla encontraremos una planta regular y compacta.
Sus hojas tienen un aspecto lanceolado o elíptico. Sus flores se presentan en ramilletes de flores plumosas, dentro de sus colores se encuentra el azul, violeta, blanco y rosa. Este tipo de flor es muy usada en arreglos florales, ya que soporta muchos días en buenas condiciones fuera de la planta, en jarrones o floreros.
La época de floración empieza en primavera y se extiende hasta fines del otoño.
El cultivo del Agerato es simple, solo habrá que regarla cada dos días en épocas calurosas y una vez por semana en otoño.