Cuando eres madre soltera te vuelves mucho más quisquillosa en la elección de pareja, ya sea porque has vivido tus propios traumas, porque la maternidad te dio ese sexto sentido o porque toda la situación te ha hecho madurar en muchos aspectos, ser madre soltera podría sacarnos del mercado romántico ya que la mayoría de los hombres no quieren lidiar con hijos ajenos, (muchas veces incluso ni los propios) pero también tiene sus grandes ventajas.
Sigue leyendo; 7 cosas que debes saber antes de salir con una mamá soltera (parte 2)
Ser madre y tener hijos no es lo mismo
Un concepto muy debatido para cualquiera que ha tenido hijos biológicamente pues no es lo mismo crear a criar y puede que incluso un padre soltero se asuste después de unos meses de salir con una madre soltera ya que a menos que tengas a los hijos viviendo contigo 24/7 no sabrás lo que es realmente su cuidado y atención.
Nunca te metas a menos que te lo pida
Como madres solteras no necesitamos que te sumes al grupo de personas diciéndonos qué hacer y opinando sin razón, incluso aunque tengas hijos propios o sobrinos aún no conoces a mis hijos, así que ten mucho cuidado con esta parte, no obstante espero que muestres interés.
No hagas preguntas incómodas
¿Pensaste en abortarlo? ¿Por qué lo tienes tú? ¿Y su papá? ¿Qué no tienes dónde dejarlo?… son ejemplo de preguntas que no debes hacer y mucho menos en las primeras citas, preguntar o suponer sin conocer toda la historia es algo de lo que las madres solteras estamos cansadas de escuchar.
Tienes que ser adaptable, muy adaptable
Cuando se tienen hijos, la vida es un constante corre al pediatra, juntas en la escuela…¿que se rompió el diente? Cambio de planes, ¿que está lloviendo? Cambio de planes, ¿que llegó su abuela? Cambio de planes, todo es impredecible, tú debes saberlo y ajustarte a ello.
Dormir y descansar
Los fines de semana, puentes, vacaciones, cualquier oportunidad que tenga la querré pasar descansando, viendo películas o en pijama, si quieres eres totalmente bienvenido a unirte pero no me pidas salir de antro porque es muy probable que nuestro concepto de diversión sea muy diferente a estas alturas.