¿Te has sorprendido a ti misma navegando entre perfiles de personas que ni siquiera conoces?, ¿Revisando cada movimiento de tu ex novio?, ¿Siguiendo los pasos de tu prima aunque no la soportas en persona? El hábito de stalkear es más común de lo que se piensa y aún cuando sabemos que no es una conducta muy sana a veces es imposible no caer en la tentación pero ¿por qué stalkeamos?
Stalkear es una palabra cada vez más usada en el lenguaje coloquial del español aunque su procedencia viene del verbo en inglés to stalk que significa acosar o perseguir a alguien y quien lleva a cabo esta acción se le conoce como stalker, aunque estos términos se utilizaban más para describir conductas psicópatas regularmente asociadas a gente de la farándula o realeza quienes despiertan un interés obsesivo por parte de sus seguidores al grado de acecharles e invadir su privacidad. Actualmente el stalkeo se ha vuelto una conducta muy habitual dado a la apertura de la información y el fácil acceso a datos personales que sin necesidad de indagar tanto tenemos a la mano sin embargo hay información que nos genera más interés que otra y es aquí donde sale ese lado detectivesco o perturbador según se le quiera ver.
Ante perfiles desconocidos aunque parezca no hay ninguna relación la verdad es que siempre podremos asociar el interés, por ejemplo stalkeamos el perfil de esa chica a quien admiramos secretamente (aunque sea la forma en cómo depila sus cejas), a nuestra jefa inmediata o a ese chico nuevo; la mayoría de los casos se hace por curiosidad, tratando de recavar información que nos digan más sobre esa persona sin exponernos a preguntar directamente, ya sea porque nos sentimos identificados o intimidados.
Con el llenado de tanta información para formar nuestros perfiles en las redes sociales, la mayoría de la gente puede saber sobre nosotros, quiénes somos, qué lugares frecuentamos, nuestro estado civil, círculo de amigos, actividades más comunes, etc., a toda esta información se le pueden dar múltiples usos ya sea personales o incluso profesionales, dime; ¿si tuvieras la oportunidad de saber que ese chico con quien vas a salir tiene muchas fotos con mujeres y en fiestas o que el nuevo recluta postea comentarios ofensivos hacia sus jefes anteriores, rechazarías la oportunidad? La respuesta generalmente es «no» y esto resuelve por mucho nuestra duda sobre el stalkeo.
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