Tener una mascota no es una decisión que deba tomarse la ligera; y digo deba y no pueda, porque de poder se puede y muchos lo hacen, deciden que se sienten solos, aburridos o para estar a la moda (entre otros pretextos sin bases sólidas) y deciden hacerse de una mascota, sin embargo al no contemplar todos los pros y contras tarde o temprano se dan cuenta que no pueden mantenerla o que no era como lo imaginaban.
A pesar de haber una gran variedad de posibles mascotas que no requieren tantas atenciones y cuidados como peces, aves o reptiles la predilecta siguen siendo «los amigos peludos»; los perros brindan mucho más cariño y compañía pero precisamente por eso es que requieren más inversión.
Antes de hacerte de una mascota y más aún si es de uno de estos simpáticos peludos, asegúrate de hacerlo por las razones correctas y de tener lo necesario para que su estadía sea de calidad pues recordemos que mascota o no, se trata de un ser vivo.
Espacio:
Considera si el espacio que tienes en tu vivienda es suficiente para compartir con un perro, o bien considera qué raza de perro se puede adaptar mejor a tu vivienda, existen los miniatura ideales para vivir incluso en el interior de un departamento o los de raza grande para compartir largas hectáreas de terreno.
Tiempo:
La recomendación principal aquí es no ser egoístas y considerar si además de brindarles un espacio adecuado y poder adquirir productos de calidad para su cuidado, tenemos tiempo para convivir con ellos. Un perro necesita cariño, que juegues con él, le saques a pasear, lo lleves por sus vacunas, etc.
Paciencia:
Aunque proyectemos la imagen ideal de un perro bien educado y dócil descansando sobre la alfombra de nuestra casa, recordemos que esto no se dará de la noche a la mañana y es muy posible, casi seguro que durante el primer año de su vida hayan múltiples destrozos por todo el lugar ¿estás dispuesta?
Economía:
Bien dicen que tener un perro es como tener un hijo pues la inversión es muy similar el primer año de su vida, consultas médicas, vacunas, accesorios de limpieza, alimento, etc.
Circunstancias futuras:
Además de los puntos anteriores es importante analizar el futuro, por ejemplo si actualmente estamos ansiosas por un perro peor sabemos que en un año nos mudaremos, planeamos tener hijos, cambiaremos de trabajo etc., circunstancias que pudieran truncar los cuidados con la mascota es mejor entonces no dar el paso, debemos pensar en cuánto va a crecer si podremos dedicarle el tiempo hoy y siempre, pues un perro es para tenerlo «al menos» toda su vida.