Nuestros hijos se van haciendo mayores y con ellos cambian sus gustos y los nuestros desde que les habitamos el cuarto donde van a vivir hasta que se vayan a ir de casa.
Lo mas lógico y practico es que en el momento en el que son bebes, pongamos un mural pintado en la pared por nosotros mismos, cuando se les pone en su cuarto y son pequeñitos deberíamos hacer en la cuna o cerca de la pared que apoya esta un mural relacionado con bebés o los dibujos que le gusten o llamen la atención
A medida que crecen y les ponemos en una cama no es necesario que les compremos un cabecero, así podrán cambiar de pintura cada vez que lo deseen
En este caso hemos comprado una cama sin cabecero y pintado un cabecero perfecto para la princesa de la casa, en color fucsia. Que puede ser cambiado cuando los gustos de la niña cambien