Hasta la fecha la manera más común de colgar objetos decorativos es a través de los clavos o tornillos y a pesar de haber ya opciones como gomas adhesivas, seguimos confiando en lo seguro. Por desgracia esta técnica que si bien sujeta cosas de todo tipo de tamaño y peso deja una huella muy visible. Supongamos que el único cuadro colocado en la sala durante años no se mueve, pero si para lograrlo necesitamos varios intentos o bien somos de los que cuelgan de todo al final tendremos una pared muy dañada.
Sin embargo dicha pesadilla desaparecerá al descubrir lo sencillo que es resanar una pared. Una vez que hayas retirado el objeto, notarás un agujero del tamaño del clavo o incluso mayor si la pared no resistió mucho.
Mezcla un poco de yeso con agua para obtener la pasta, con una espátula o tablita de madera aplica un poco de ésta sobre el orificio y pasa unas cuantas veces hasta alisar bien, deja secar y vuelve a pintar del color de fondo.
Mientras más esparzas el yeso más se notará el contraste con la pared así que, cuidado.