Verónica Ferreiro no es una artista convencional, empezando por el propio género de sus canciones, con una base muy potente de jazz, y adornada con pinceladas de otros estilos. Rodeándose de algunos de los mejores músicos de este país, la coruñesa ha grabado Laio, un disco delicioso repleto de delicadas melodías que ya está siendo todo un éxito en los foros entendidos sobre la materia. Con la aspiración de seguir llegando lejos y hacer que su música resuene en todos los rincones, Verónica se lanza a la carretera para presentarnos Laio, un trabajo lleno de emotividad. Ella misma no los cuenta en esta entrevista:
– Por si todavía hay alguien por ahí que no te conoce, ¿quién es Verónica Ferreiro?
Una coruñesa de 30 años, soñadora y muy sensible que cambió su Galicia natal por Madrid hace 8 años para poder vivir de lo que más le apasiona, la música, y realizar el sueño de grabar su propio disco, LAIO.
– El estilo del disco es marcadamente jazzístico, con un gusto y una elegancia especial en cada una de las canciones, y sabiendo darle su parcela de protagonismo a cada instrumento en su momento. ¿Ha sido fácil llegar a componer estas canciones?
Sí y no. Es un proceso. Y como todo proceso, hay uno momentos más llevaderos que otros. Supongo que al ser el primer trabajo, la expectativa nos puede, y se nos hace más complicado «dejarnos fluír». A veces tienes muchas condiciones de cómo quieres que suene, y hay que romper con todas esas barreras y simplemente «dejarse hacer». Una vez superado, es más sencillo.
– Para grabar un buen disco hacen falta buenos músicos, y parece que tú los has encontrado para tu banda, ¿nos puedes hablar un poco más de ellos?
Sí, así es, los encontré antes como amigos, y eso si que es una fortuna. Lo que pasa que el ser tan buenos, hace que no siempre los pueda tener conmigo 🙂
Sergio Fernández es el bajista y productor del disco. Hemos hecho todo juntos, mano a mano. Es un músico multiinstrumentista que tiene uno de los mejores conceptos musicales y arreglísiticos que conozco. Es muy creativo, y como productor está haciendo cosas verdaderamente sorprendentes. Lo último que ha hecho es el último disco de Virginia Maestro para Sony, «Dream Man». Os lo recomiendo.
Rubén García, es el pianista y teclista del grupo. Además de gran músico y amigo, también es productor, tiene su propio estudio de grabación «Collage Estudio». (Allí hicimos la pre-producción del disco.) En la actualidad es el Director Musical de Malú, la artista.
Cuando él no puede, viene el Maestro Moisés Sánchez. Probablemente de los mejores pianistas de jazz nacionales. Acaba de grabar su tercer álbum de estudio en NY, una joya: «Ritual».
En la guitarra, para el disco contamos con Diego Lipnizky, un guitarrista de jazz impresionante que hace ya unos meses que se ha ido a París a seguir deslumbrando.
Así que para los directos cuento con Javier Sánchez o Israel Sandoval. Dos grandes del género de la escena madrileña. Dos improvisadores muy diferentes que le dan un carácter a Laio sorprendente. Desde íntimo y lírico, a espacial, atmosférico y vanguardista. Una delicia tenerles conmigo.
Las baterías las grabó Chuchi Crespo, un batería de gran técnica y estilo muy rudo y personal, original y efervescente. En la actualidad nos acompaña Georvis Pico, de los músicos más solicitados ahora mismo. (Pepe Rivero, Eva Cortés, Bobby Martínez, Buika…) Aporta una precisión, y estilo a los temas que equilibra perfectamente el concepto de «apertura» de Laio.
– Laio es el nombre de tu primer disco en solitario, ¿qué tiene de especial esta palabra?
Es una palabra gallega que significa «lamento». Es mi llanto personal. Es el hilo conductor que conecta todas las canciones. El sentimiento en el que están envueltas todas las canciones.
– El disco se grabó en unos pocos días en un estudio de La Coruña, tocando las canciones en riguroso directo. En un estilo tan especial como el jazz, ¿es imprescindible grabar de esta forma para captar la magia de cada tema?
No sé si es imprescindible. En mi caso, fue una elección. El jazz tiene como principio básico la improvisación y la interacción. Grabando por separado es imposible «conectarte» a la música que a tiempo real se está creando, que tú y tus músicos estáis creando. Es mágico, y efímero. Dura ese momento, en otro fin de semana, hubiese salido otra cosa diferente.
– De la misma forma, la concepción de las canciones también fue muy orgánica, arreglándolas y completándolas a partir de melodías o pequeños motivos que iban cogiendo cuerpo mientras ibais improvisando sobre ellos. ¿Esta manera de trabajar, más libre y creativa, os acerca más a lo que buscabais en Laio?
Si, sin duda.
– Aunque en el disco impera el jazz, con toques de otros estilos, parece que tu primera experiencia artística viene del Ballet, ¿no es así? ¿Cómo crees que te influyó el pasar los primeros años de tu vida bailando?
Muy positivamente. Adquieres un compromiso y un sentido de la responsabilidad desde muy temprana edad. Una disciplina, constancia y esmero que todo arte necesita para llegar a disfrutarlo por completo. Extrapolando todo esto a la música, me siento mucho más conectada a ella por lo que es de verdad. Y me da paciencia y fuerza para afrontar los momentos de más inestabilidad.
– Casi al mismo tiempo que bailabas, tus padres descubren que tampoco se te da mal eso de cantar y te apuntan al conservatorio, ¿Cuánto es de importante el apoyo familiar para un joven artista que está empezando?
Yo diría que el apoyo familiar es imprescindible para generarnos confianza en el camino de cualquier carrera. Pero en el artístico quizás más, por aquello de que parece que a los padres les asusta que sus hijos se metan en una profesión tan «inestable». Los que decidimos comprometernos con el arte, aceptamos la inestabilidad como parte del proceso. Sentir que tu familia te respalda y te anima, hace las caídas más llevaderas. Son nuestros referentes. Cuando crecemos nos miramos en ellos, es mucho más importante de lo que pensamos para estar «sano» y tirar hacia delante con confianza y decisión. Yo me siento muy afortunada en ese aspecto.
– Según parece, en tu casa nunca faltó la música, y tú llevas bebiendo de ella desde pequeña. ¿Cuál es la primera referencia musical que recuerdas, el primer grupo o artista que realmente te impacto?
De pequeñita mi padre ponía mucho Latin jazz y salsa, y en el coche recuerdo una vez que sonaban los Take 6 y flipé. Luego le robé un disco que tenía por ahí de Natalie Cole, y más mayor, como a los 16 cuando escuché a Rachelle Ferrell, descubrí al que quizá fue el motivo de más inspiración para mi a día de hoy.
– Desde que eras una adolescente, tu interés por la música negra ha sido lo que ha marcado, en gran medida, tu posterior carrera musical. Hoy en día parece que los jóvenes están más expuestos a la radiofórmulas, al pop, al rock o a la electrónica. ¿Cómo se interesa alguien con esa edad en un tipo de música más “adulta” como es el jazz?
Pues precisamente por mi familia. Es la música que se escuchaba en mi casa. Mi padre nació músico aunque nunca pudo ejercerlo, hubiese sido trompetista, mi madre canta, mi abuelo era saxofonista y clarinetista, mi tío es batería y percusionista de Luar na Lubre (folk gallego) Mi hermano es cantautor… También supongo que hay algo que es la elección personal, mi hermano también escuchaba mucho Heavy, y no me gustaba 🙂 Si lo tienes cerca, puedes elegir, y desde siempre sentí una conexión especial con esa música. Un entendimiento inconsciente.
– A pesar de que el nombre de Verónica Ferreiro empieza a sonar mucho en estos momentos, tu trayectoria musical no empieza aquí, ni mucho menos. Has estado cantando para grandes artistas de este país, tanto en estudio como en directo. ¿Qué has aprendido en esa etapa? ¿Consideras que haber pasado por esto ha sido imprescindible para que hoy veamos a Verónica Ferreiro con su propio proyecto en solitario bajo el brazo?
He aprendido una barbaridad. He tenido una posición privilegiada. Viviendo cien por cien de la música y aprendiendo cómo funciona todo desde el anonimato. Cuando me embarqué a hacer mi propio proyecto, ya había andado y aprendido mucho al respecto. Somos las decisiones que tomamos, y todos esos trabajos me permitieron pagar y grabar este álbum. No sé si ha sido imprescindible, pero son las decisiones que tomé en su momento.
– En el disco cantas tanto en castellano como en inglés, además de algunas pinceladas en gallego, tu lengua nativa ¿en qué idiomas te sientes más cómoda?
Quizás más en gallego e inglés. Con el castellano sigo trabajando para sentirme más «conectada»
– La repercusión que está teniendo Laio es magnífica, tanto en nuestro país como fuera de nuestras fronteras, llegando incluso a Estados Unidos, cuna del jazz. ¿Cómo te sientes al recibir halagos de revistas y blogs tan importantes de todo el mundo?
Pues increíblemente agradecida y emocionada. Es una gran satisfacción saber que lo que uno propone tiene apoyo y repercusión, aunque naciese de la más simple necesidad de decir algunas cosas 🙂
– Has podido compartir escenario con algunos de los mejores músicos del estilo, en distintos conciertos y festivales. ¿Cuánto se aprende viendo a estos genios tan de cerca?
Una vez un gran amigo y músico, me dijo que todo lo que hay que aprender de la música está en los discos, no en los libros. Lo apoyo y además añado que verlo de cerca te proporciona mucha más información. Te corrobora que todos somos de carne y hueso, que somos humanos. Ver cómo se maneja un músico/artista en directo, cómo se mueve, cómo habla, su expresión corporal… te acerca aún más a él y todo lo que has escuchado previamente en sus discos, tiene más sentido aún. Es mágico.
– Has conseguido situarte en el primer lugar de ventas de discos de Jazz en iTunes España. Este estilo no parece tener demasiada difusión en nuestro país, ¿consideras que el jazz es una música que no está hecha para las masas?
Creo que mueve más masas de las que creemos 😉 Es una música popular, de raíz. Es una forma de vida, no sólo un género musical creado.
– ¿Se puede vivir del jazz hoy en día en nuestro país, o es necesario diversificar tu carrera y buscar cobijo en otros géneros más comerciales para poder ganarte la vida con la música?
Lo cierto es que no me paro a «poner etiquetas» Hoy día es muy difícil clasificar lo que se hace. Supongo que cuanto más abierto estés, más opciones tienes de vivir de la música. Los purismos… generan más purismos y aíslan. No creo en eso.
– ¿A donde te gustaría llegar con este proyecto en solitario? ¿Cuáles son tus objetivos?
Pues a día de hoy me gustaría poder seguir haciendo mi música, en forma de más discos, conciertos, otros proyectos… Mi objetivo es generar y generar. Vivir, para tener historias que crear y contar. 🙂
– Uno de los momentos más importantes de este año seguramente sea tu próxima presentación en la Sala Galileo Galilei de Madrid. ¿Qué podrán ver los que acudan a este concierto? ¿Habrá alguna sorpresa especial?
Más que ver, podrán participar en un viaje a través de las emociones sin moverse de la silla. Habrá sorpresa? hay que ir para saberlo 😉 Pero algo habrá…
Pues eso es todo, Verónica. Muchas gracias por contestar a nuestras preguntas. Desde iMusicai te deseamos toda la suerte del mundo con este proyecto, y que tú música llegue a ser valorada y respaldada como se merece.
Muchas gracias a vosotros por la entrevista y el apoyo a mi música y mi trabajo.!!