Sigue la senda de la dieta mediterránea sin perder el sabor de los alimentos

Seguir una dieta variada no es sinónimo de platos elaborados simples y sin gracia. Según la dieta mediterránea podrás cocinar con ingredientes básicos de la tierra, preferentemente hortalizas, verduras, frutas, cereales y frutos del mar. Para salir vencedora y triunfar como cocinera, opta por productos básicos de tu región (si es posible) y que estén cultivados en tu zona de vivienda. Siempre observa la frescura de los mismos e intenta combinar sabores.

 

 

Alimentación mediterránea

 

Tu organismo te agradecerá los productos del mar ricos en vitaminas y yodo por lo que podrás preparar unos sabrosos mejillones en escabeche o en salsa vizcaína. Acompaña este plato con abundantes y frescas ensaladas o con alcachofas frescas adornadas con huevos de codorniz. Las carnes blancas como el pollo u otras de sabor más contundente como el conejo te serán fascinantes para elaborar guisadas, al horno o a la cazadora con una guarnición de zanahorias frescas, cebolla, champiñones y tomillo. Te beneficiarás del aprovechamiento del cinc, el magnesio y la vitamina B2.

4.5

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