Muchos objetos podrían parecer basura en nuestra casa pero con imaginación te darás cuenta que se pueden hacer muchas cosas.
Por ejemplo las cáscaras de una nuez, o incluso una nuez completa, mira cómo las transformamos en un lindo ratoncito. Reúne cuantas cáscaras puedas de preferencia que estén partidas por la mitad y no se hayan quebrado o cuarteado, necesitaremos además un cordel, servilletas, hilo de caña y marcador negro o un poco de estambre negro o cualquier cosa que parezca una bolita negra, además de silicón o pegamento blanco.
Limpia muy bien la cáscara pues a veces traen mucho polvo, si está húmeda déjala secar y a continuación recortaremos las servilletas en forma de orejitas, peguemos una en cada extremo de la parte donde irá la cabecita, mira la imagen. Ahora unamos el cordel atrás para la cola, los hilos de caña para los bigotes y dibujemos o peguemos la bolita negra para la nariz.