Nuestros pequeños juegan a ser adultos y tarde o temprano buscarán lograr esas cosas que antes solo podían hacer con ayuda de mamá o papá. Parte de nuestra tarea es cuidarlos y fomentarles esa independencia, si tu hijo te pide lograr alguna tarea solo ayúdale a que así sea, claro que siempre con la supervisión y el apoyo pertinente.
Un gran paso en su desarrollo es el lograr vestirse solos, alimentarse y bañarse, esta última quizá nos lleve un poco más de tiempo al estar conscientes de los peligros que pudiera significar una caída o el agua pero para que estos no sean obstáculos en su aprendizaje y superación habrá que detallar lo que debemos considerar para entrar en esta etapa de independencia.
El cambio no tiene por qué ser tan drástico, no se trata de un día estar ocupándonos al 100% de la tarea a la hora del baño y al siguiente día dejarlos solos. A veces lo único que los niños quieren es tener un logro a la vez y esta es la manera correcta.
Puedes comenzar con la transición paulatina, deja que tu hijo o hija lave su cabello, enjabone la esponja o se enjuague, poco a poco ve dejando que haga más cosas hasta terminar el baño por sí mismo y no necesites hacerlo tú.
Cuando hayas llegado a esta etapa y creas está listo para bañarse solo entonces puedes ya no estar tú dentro de la bañera o ducha y supervisar el baño desde el otro lado de la pieza. Con esto tus hijos se sentirán con más libertad y responsabilidad pero tú sabrás que aún estás cuidándole.
Muchas veces estamos tan involucradas en su cuidado y atención que hacemos las cosas de manera automática, sabes qué jabón usar y de qué lado cae mejor el chorro del agua por ejemplo, una vez que ya no estés ahí no podrás controlar estas cosas por lo que la siguiente tarea es la de dejar todas las cosas accesibles y funcionales para los pequeños; por ejemplo coloca el shampoo o jabón a su alcance para que no tenga que estirarse y con esto evitar un accidente, recuerda que su shampoo debe ser especial (sin lágrimas) más aún cuando tu hijo o hija apenas va a comenzar a coordinar la tarea por sí mismo. Utiliza un tapete anti derrape y como seguramente querrán jugar en el agua cerciórate que ésta tenga la temperatura correcta.
La idea es dejarlos experimentar mientras estás al tanto, así puedes cuidar de su seguridad y claro, darle una manita a ese tallado para que el baño sea exitoso, recuerda usar palabras de refuerzo como «bien hecho», o «ya eres niño grande» y nunca les reproches si algo está mal pues ellos apenas está aprendiendo y con amor y paciencia es mejor, por último y aunque parezca lógico, no está de más recordarte que nunca los dejes solos y sin supervisión pues los accidentes pueden ocurrir cuando menos lo esperan y más en un ambiente propicio como lo es el baño.