Aunque es verdad que las mujeres embarazadas nos tornamos muy sensibles y susceptibles, esto no quita el que a veces se pierde el respeto por parte de terceras personas con comentarios y comportamientos que no son nada agradables.
Por eso si estás conviviendo con una mujer embarazada o casualmente te has topado con alguna, aquí están algunos hechos que a todas nos molestan, toma nota.
Contarles experiencias personales sobre los partos
Sobre todo cuando éstas son malas experiencias, lo menos que quiere una futura madre es que le digan todas las cosas que podrían salir mal, además cada persona es un mundo y no todas viven las mismas circunstancias en cuanto a embarazos y desenlaces de ellos.
Hablar sobre los rasgos del futuro bebé
«¿A quién se va a parecer?», «Ojalá no saque tu nariz», «esperemos sea niña», «más vale que no tenga el cabello rizado»… un bebé es un bebé y no un muñeco bajo encargo. Los rasgos del futuro bebé así como los nuestros se forman tras generaciones y mezclas del entorno y carga genética, sea como sea se espera con ansia ser madre y no estar dando explicaciones sobre el cómo será.
Hablarle sobre planificación familiar
Otro de los comportamientos poco a tinados es el hablarle sobre planificación familiar a una embarazada, reprocharle sus decisiones o preguntar por un próximo embarazo.
Tocarle la panza
No importa qué tanto conozcas a la persona, el hecho de que esté embarazada no obliga a una mujer a dejarse toquetear por todo el mundo, es como si anduviéramos por la calle sobándole las piernas a un extraño o la barriga aunque no haya un bebé dentro raro ¿no? Pues lo mismo pasa, así que antes de dirigir la mano, primero pregunta o simplemente no lo hagas.
Decirle que duerma más
«Deberías dormir más ahora que puedes»… ¿Y quién dijo que puede? Este tipo de consejos aunque son bien intencionados quedan totalmente fuera de lugar, lo único que hacemos es estresar más a la futura madre.
Opinar sobre el nombre del bebé
Sí, quizá sea lindo y bien recibido el hecho de aportar ideas o ayudar a buscar significados, (siempre y cuando los padres lo soliciten) pero llegar y decir «ese nombre no me gusta» solo por que sí, está totalmente fuera de lugar.
Hacer comentarios sobre su físico
«Como que se te ensancharon las caderas»,»¿No te da miedo quedar gorda?», «Tienes mucho paño en la cara»… No solo basta el hecho de que una mujer embarazada se sienta cansada, incómoda, preocupada, ahora también debe lidiar con los comentarios inapropiados de terceros, esto no es correcto.
Preguntar por el padre
Si conocer a la pareja no es necesario preguntar, y si sólo conoces a la madre, no es prudente preguntar. Nunca se sabe la situación por la que esté pasando y no hay por qué dar explicaciones. Otro tema muy inapropiado.
Criticar sus compras
Dejemos que las madres disfruten de su estado y planeen y compren lo que quieran, para una madre hay muchas presiones y cansancio, en cuanto llega un hijo a nuestra vida las prioridades son otras, así que lo menos que debemos hacer es interrumpirles su momento de goce y uno de ellos es el salir de compras pre-nacimiento.
No ser amables
Irónicamente así como las personas somos buenas para entrometernos en lo que no debemos, olvidamos aquellos comportamientos que sí son obligatorios como el ceder el asiento, ayudar a cargar cosas pesadas, dar el paso, etc., no hacerlo es una falta de empatía y respeto.