Tres metro sobre el cielo

Vamos con una película en la que en los cines, ha causado furor al público adolescente y un tanto de decepción.
Donde seleccionan rostros realmente conocidos del panoramal televisivo juvenil y una lista de actores sin demasiada experiencia desatando las hormonas desatadas de jovencitas locas por esos actorcillos que no llegan ni al tres al cuarto.

Un guión realmente con poca miga, un género romántico realmente infantil, donde con cuatro palabras enamora a todas ess jovencitas que no tienen demasiada admiración por un buen guión que ya no por una buena trama, endulzando con bandas sonaras de discoteca.

No es ni más ni menos la burda teoria en que supuestamente se encuentra en la admiración de los propios jovenes y jovencitas por un patrón adquirido por este tipo de películas y series, de las que pueden sentirse indentificados, sin embargo, se les escapa la realidad de las manos estando falta de todo de pretensiones y realidad entre otras muchas cosas, dandole un color rosa acojonante donde pierde todo el norte de la realidad que quieren transmitir.

Tres metros bajo tierra, trata de un personaje violento, detestable, incorregible, un chico con más musculos que cerebro dando una vida cuanto menos despreciable a una chiquilla con menos cerebro que todas las cosas juntas dando a ver la realidad de muchas mujeres, lo cual, no justifica la trama en sí, dejando a ver que la mujer no es ni mucho menos respetada.
Trasladándonos a una vida que poco tiene que ver con la realidad, carreras de motos, fiestas desenfrenadas dando lugar a que los propios personajes, con su interpretación a pocos a convencido, al menos a quienes tenemos otra forma de ver el cine, una incapacidad de cine increible.

Una falta de moral, muchísimo machismo, despreocupación por hacer una buena película destinada a la juventud que si o si, se gastarían lo que fuese por ver un cuerpo musculado como es el de Mario Casas.