Desde que conocí las creaciones e interpretaciones de Sacha Baron Cohen, después del despilfarro con el que puede llegar a tratar, a los propios políticos de su pais, el propio gobierno americano, quienes parecen disfrutar de sus interpretaciones y creaciones, dentro del mundillo humoristico, que llegan a ser auténticas bombas de humor, puro y duro y además, salvaje.
Con Sacha Baron Cohen, podrmos disfrutar de grandes dosis de humor bien echo, con gracia, detalle y además, brillante dentro del mundo de la comedia americana.
Debo de reconocer, que desde que vi Bruno, adentrarme en el mundo que me iba a ofrecer El dictador, me lleva a una posible nueva decepción, sin embargo, tras entrar en el cine, y ver las primeras pinceladas, empezó a darme buenas vibraciones y fue entonces, cuando me dije, ha vuelto, nos va a dejar buenos momentos, de los de decirme, Ole, ha merecido la pena.
En el Dictador, nos encontramos ante un personaje llamativo, que deja ver sus entresijos más gamberros dentro del gran personaje de el Dictador, El General Aladeen, un personaje obligado a recuperar su cargo tras haber sido traicionado por su propio pais.
En todo el transcurso, se encontrará con toda una serie de historias, a cual de ellas más descavellada.