El tránsito intestinal durante el embarazo depende del metabolismo de cada mujer, ya sea durante esos meses o antes del embarazo. El punto de vista de referencia se puede determinar si se advierte del ritmo habitual o se ha modificado.
Si aparece el estreñimiento, lo hace entre el tercer y cuarto mes de gestación, es donde se debe tomar en cuenta al solo presentarse los primero síntomas. En todo caso, se debe mantener buenos hábitos de vida, un aliado que ayudará a evitarlo.
Hormonas
Los cambios hormonales influyen grandemente en la alternación del ritmo intestinal durante los meses del embarazo. Cada cuerpo segrega progesterona, una hormona principal que posibilita la distensión de la matriz y de esa forma albergar y permitirle el crecimiento al feto.
Dicha distensión, se da de la misma forma en los intestinos. La pared del intestino posee músculo y la progesterona ayuda a frenar el movimiento muscular, reduciendo la frecuencia de las evacuaciones.
Este no es el único cambio que se encuentra dentro del embarazo, dentro del segundo y tercer trimestre el útero, aumenta de tamaño y le ejerce presión a los intestinos los cuales se desplazan de su lugar.
En cuanto a los suplementos de hierro que se necesitan dentro del embarazo, son unos de los responsables del estreñimiento, que se incrementan en las mujeres propensas.
Hay que poner un alto
Juntamente con una dieta adecuada, se debe practicar ejercicio físico para que se regule de una mejor forma alguna alteración intestinal, ya sea nadas, hacer gimnasia o caminar a buen paso.
Si realizas tus esfuerzos y el número de evacuaciones no aumenta, existe la dieta laxante, en donde durante pocos días tendrás que beber mucha agua. No olvides que después del embarazo recuperarás tu normalidad hasta que termines la lactancia. No te preocupes.