Las cochinillas blancas son cochinillas algodonosas (pseudoconinos) son insectos parasitarios que pueden llegar a afectar tanto a plantas de interior como exterior. Generando graves daños si no son controladas a tiempo.
Como todas las clases de cochinillas, los principales síntomas, que dejarán en tus plantas como muestra de su presencia, serán una especie de verrugas y manchas cafés en el follaje. Por lo general se alojan en la parte posterior de las hojas, en los nudos y lugares de difícil acceso.
Esta especie de cochinilla se caracteriza por dejar una especie de hilos de algodón donde aloja sus huevos, y ocasionalmente junto a ellos el cadáver de la madre.
En un principio el principal daño será hecho a las hojas, pero posteriormente pueden enfermar en gran medida a tu planta. Incluso llegando a producirle la muerte. En árboles frutales, como limoneros, naranjos y limas, además de algunas hortalizas pueden llegar a producir manchas en los frutos o deformarlos dándoles un muy mal aspecto afectando también su desarrollo.
Si comienzas a ver los signos de esta plaga en alguna de tus plantas puedes recurrir a varios métodos caseros. Si se trata de una planta de interior de tamaño pequeño puedes empapar un poco de algodón en alcohol isopropílico y aplicarlo en las zonas en las que veas las formaciones algodonosas. Repitiendo en tratamiento a las 3 semanas.
Recuerda que el día de la aplicación tu planta no debe recibir luz directa del sol para que el alcohol no llegue a quemar las hojas.
Otra solución casera es mezclar un litro de agua, mejor si es destilada, con 4 cucharillas de detergente lavavajillas, mezclar bien y con ayuda de un atomizador aplicar a las zonas afectas.
Puedes recurrir también al jabón potásico, normalmente de venta en tiendas especializadas en jardinería u horticultura. Y de igual manera rociar todas las zonas afectadas, repitiendo a las 3 semanas.
Y como no existe mejor remedio que la prevención, trata siempre de realizar podas de formación paulatinas en los árboles y ejemplares grandes, controla la sequedad, la adecuada entrada de luz en plantas de interior y en plantas de exterior la adecuada recepción de luz de sol que requiera el tipo de planta.
Algunas de las plantas que resultan más propensas a contraer esta plaga son los rosales, el olmo, arce, laurel, cedro, cítricos, aligustres, algunos tipos de cactus, hayas, hiedras, hojas de salón, palmeras enanas, entre otras.