Una de las maneras más auténticas, genuínas y primarias de la comunicación es el llamado «contacto piel a piel«, desde hace muchos años se pondera el efecto sanador y de bienestar en general en el que el cuerpo ingresa luego de un buen masaje reparador.
La armonía del cuerpo se logra a partir estas técnicas y posibilita tanto al que las ofrece como al que las recibe, el ingreso de la atmósfera de paz, placidez, de sensaciones distintas.
Hace muchos años en Grecia, China e India se aplicaban masajes con distintas finalidades, por placer, relax, terapéuticos. El uso de esencias y de aceites también era muy conocida en esa época.
A todo este abanico de técnicas y de productos se incorpora en estos días la tecnológica, a través de aparatos especialmente diseñados para tal efecto, lo que permitirá mejores resultados tanto para el cuerpo como para la mente.
Los masajes artesanales, con aparatos o los automasajes, con o sin productos complementarios son una opción valida para el momento que nos toca vivir.