La maternidad es una época hermosa para todas las mujeres y el poder dar de lactar a tu bebé es una de las experiencias más hermosas. Sin embargo muchas veces suelen aparecer ciertas complicaciones que pueden opacar y hasta interrumpir la experiencia, una de estas complicaciones son las grietas en los pezones.
Si bien las grietas en los pezones suelen ser dolorosas, pueden evitarse y curarse de manera simple y natural. Estos algunos de los tips y remedios caseros que pueden ayudarte a solucionar tu problema.
Las grietas en los pezones suelen aparecer por varias razones, pero las principales son la mala posición del bebé, que genera un mal agarre y posteriormente grietas.
Para evitarlas es importante mantener una buena posición para amamantar que asegure el buen agarre del niño. Todo el pezón debe quedar dentro de la boca del bebé y se debe mantener una adecuada posición de la cabeza del infante.
Otro factor importante es la humedad, es importante mantener la zona libre de humedad, para esto deja secar un par de minutos el pezón al aire después de cada toma y cerciórate de que el protector de lactancia que utilices no retenga demasiada humedad.
En caso de que ya las grietas estén presentes, la aplicación de diferentes infusiones puede ser de gran ayuda, aplicar con una mota de algodón infusión de manzanilla y dejarla secar por si sola resulta bastante útil.
Lo mismo ocurre con la infusión de hojas de frambueso y con la infusión de semillas de membrillo, salvo que se debe tener la precaución de limpiar la zona con agua pura antes de ofrecerle el pecho a nuestro pequeño.
Otros productos también resultan útiles al aplicarse directamente sobre el pezón, como la miel, o un cataplasma hecho con un puñado de hojas de milenrama o la película blanca que rodea a la clara del huevo.
Todos estos preparados se deben aplicar por un lapso aproximado de 10 minutos para luego retirarlos con agua y secar delicadamente la zona. En todos los casos se puede realizar la aplicación 2 veces al día.
Si lo que buscas es algo un poco más elaborado puedes tomar una cápsula de vitamina E y tras romperla aplicar el líquido que lleva dentro sobre la areola lastimada y enjuagar la zona antes de la siguiente toma.
En farmacias también podrás encontrar cremas a base de lanolina específicas para el problema, varias de ellas tienen la ventaja de no necesitar removerse antes de cada toma y ser inocuos para el bebé.
Y por último, uno de los remedios más naturales se encuentra dentro de tu propio cuerpo. Aplica un poco de tu propia leche al final de la toma y déjala secar un instante antes de colocarte los protectores.
La leche materna tiene propiedades cicatrizantes y nutritivas para regenerar con mayor facilidad la zona afectada. Si el problema de grietas persiste o resulta en extremo doloroso consulta con tu médico de cabecera, además es recomendable consultar con el pediatra antes de aplicar cualquier remedio casero y cerciorarse de que resulte inofensivo para la salud de tu bebé.